Hace tiempo escribí algo "ambicioso":
Puede que a veces no entienda al mundo o no me entienda a mi mismo. Los segundos pasan para convertirse en días, y los días pasan para ser años... y estos pasan para convertirse en generaciones. Día tras día intento averiguar quién soy y que quiero hacer, pero nunca lo consigo. Intento captar una imagen de mi para ver que proyecto al mundo.
Aún no se que sensación puedo despertar, puede que sea falta de confianza, pero en este instante me siento débil, vulnerable. Intento cambiar, ser algo mejor... cada día es un esfuerzo más, una lección a seguir hasta que me doy cuenta de que nadie espera nada de mí. Y comprendo que soy yo el más futuro ve en mi, el que más esperanzas tiene en lo que soy. Siento que conmigo mismo soy mucho más fuerte. Tengo una opinión propia de lo que soy, de lo que siento. No espero ser comprendido por nada ni por nadie. No esperaré a ser juzgado por lo que soy. Solamente me dedicaré a vivir mi vida, pese a quién le pese... Estoy harto de escuchar que la vida es corta, solamente hay que dejar de hablar y actuar por uno mismo. Intentar transmitir lo que eres para ser amado por lo que transmites de tu interior, sin prejuicios. ¿Pero cómo sabemos que transmitimos lo que somos? El objetivo es no esperar nada de nadie. Puede que la gente sea solo un complemento más en este mundo para ponerte la vida más complicada, para engañarte, manipularte, aprovecharse y joderte si puede aún más. Hoy no espero nada de nadie, solamente espero de mi. Espero en convertirme, en hacerme algo cada vez más grande, conseguir mis objetivos, mis ambiciones y mis deseos. Seguir mis instintos y no dar explicaciones de mis actos. Al fin y al cabo puede que la opinión más significativa de todas es la que tienes tú mismo de tu persona.
1 comentario:
me encanta esta entrada.
Un gran texto y unas fotos geniales!
enhorabuena de nuevo.
xoxo,
http://theguardianoffashion.blogspot.com/
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